Rutas y andares de un pajuso

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No supe a ciencia cierta lo que era un “pajuso” hasta que llegué a la universidad. De donde soy rara vez te topas con uno, pero en la city, ahí si hay para escoger. Al principio yo creía que tenía suerte para tropezarme con alguno, y luego comprendí que no era ensañamiento con mi persona, es que ellos tienen lugar y horario fijo. Tal pareciera que es una la que invade su espacio.

El primer encuentro fue gracioso, nada que ver con las típicas leyendas urbanas: que si un hombre me está cayendo atrás con su miembro en la mano, que si espera al mínimo instante para lanzarse y acometer una violación; para nada, aquel compañero andaba en una bicicleta de carrera, muy bien vestido, joven, y hasta bien parecido. Estaba listo para sumergirse, diría yo, en su mundo de fantasía.

Yo iba en un gran grupo de muchachitas, salíamos de la residencia estudiantil en busca de diversión, y justamente pasando por el Hotel Presidente siento el paso apresurado y nervioso de una de mis compañeras. Entre dientes nos comunicó sobre la presencia de aquel individuo, apenas se entendía lo que decía. Algunas no mantuvieron la calma, y casi como Ana Fidelia Quirot llegaron a la calle Línea. Las pocas que nos resistimos al acoso pensamos que era mejor darlo por loco y en un acto repentino comenzamos a burlarnos de él.

El joven le dio a los pedales y nunca más lo vimos, no hasta una madrugada algunos meses después. Entonces éramos sólo tres y daban las 2:00 am. Me percaté que era la misma persona por la bicicleta, no pensé que a los pajusos les diera por andar en este tipo de vehículo, y encima de carrera.  Desconozco qué tiempo pudo haber estado a tan pocos metros de distancia, mis amigas y yo estábamos tan entretenidas contándonos chistes, y él tan cauteloso, que sólo por un movimiento inusual de la mata de Uva Caleta que lo cubría, fue que pudimos notarlo.

Una vez más pusimos en práctica nuestra estrategia de burla, pero esta vez se la quiso descobrar y posándose debajo de una farola muy iluminada comenzó a decirnos todas las barbaridades y groserías que se le ocurrían, o que ya tenía en su repertorio. Ni siquiera los insultos del custodio de la beca, en la que entramos por precaución, pudieron detenerlo.

Custodio: -¡¡¡Oye descarao’, sin vergüenza!!!-

El hombre toma su bicicleta y llevándose el dedo a la boca en señal de silencio le transmite al custodio: -¡¡¡Ssssshhhh!!!!-

Desde entonces historias similares acompañaron mi vida universitaria, época en la que aprendí por obligación acerca de la táctica y estrategia de estos individuos que también están ahí, conformando nuestro paisaje, aunque a veces (por suerte) no reparemos en ello. Por eso, como casi experta que me considero, les traigo una lista de los lugares en los que tal vez se puede llevar la sorpresa.

1.      Avenida de los Presidentes I: Justo al inicio de esta avenida, entre la facultad de Artes y Letras y el Monumento a José Miguel Gómez. Aunque ya es menos frecuente su presencia, en una época este lugar fue y es la meca. Quizás si me hubiese lanzado a una investigación podría haber descubierto que este tramo es el punto de encuentro de esta sociedad, o el de mayor preferencia.

2.      Avenida de los Presidentes II: También conocida coma calle G, esta arteria posee varios tramos en los que al menos yo he tenido más de un encuentro fortuito. Me atrevo a asegurar que muchas de las estudiantes de la Facultad de Comunicación experimentaron alguna vez sentarse en un banco (no importa el horario) y que de repente llegara un hombre, se le sentara en frente y acto seguido, como quién no quiere las cosas, hiciera notar una abertura en el tiro de su pantalón…El resto no lo puedo contar porque nunca me quedé para verlo.

3.      Avenida de los Presidentes III: Desde la calle Línea hasta Malecón. Aquí se valen de los tupidos arbustos que ornamentan la zona. También tenemos al mencionado anteriormente, que con su bicicleta de carreras emprendía su acto de la forma más acrobática. Ahora no sé si continúa haciendo apariciones.

4.      Malecón: Y usted pensará que en el muro del Malecón, y yo le digo que cuando se trata de un pajuso o tirador no hay pronósticos que valgan.  Estas personas son un derroche de ingenio si de buscar lugares se trata. Seguramente por eso me sorprendí cuando alguien me advirtió sobre el hombre que yo creía que contemplaba el mar en plenas rocas, después del muro.

5.      Entronque de la Cujae: Justo en el semáforo, al lado de una parada de ómnibus, pleno mediodía, sin importar la audiencia.

6.      Entronque de Fontanar: De todos los sitios este es el más curioso. Ya no suelen verse, pero antes se reunían en grupo. Y eran muy consagrados a su labor, porque no había un sólo día en que la vieja caseta que los resguardaba, muy visible desde la avenida Boyeros, estuviera abandonada del todo.

7.      Rotonda de la Ciudad Deportiva: Aquí los que más frecuentan son los del tipo que le gusta llamar la atención. Para ello se valen de silbidos y simples palabras como: Niña o Mami.

8.      Clínico de 26: Muy cerca de la Rotonda de la Ciudad Deportiva, pero en un lugar más boscoso, en las inmediaciones de un campamento de exploradores. Allí se han valido de estas instalaciones para forjar su propia sede.

9.      Puente de 100 y Boyeros: Amanecer Feliz, como dice la canción. Ni siquiera detrás de un muro, mientras más visible, mucho mejor.

10.  Playita de 16: ¡Cuidado! Les advierto a quienes todavía creen que es el lugar ideal para romancear o aliviar las penas junto al mar.

11. Y ahora el lugar por excelencia: los cines. No importa que no hayan festivales, que la película sea el clavo del año, que el aire acondicionado esté roto, las taquilleras del Pairet y el Yara siempre tendrán alguna entrada que vender. Por eso recomiendo que una vez en el cine, fíjese donde y al lado de quien se sienta.

Continuará…

Acerca de Lisandra

Soy periodista y entre tanto me desarrollo como gestora en el mundo del arte. Vivo en Cuba y quiero que sea así por el momento. Por ello también escribo...
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9 respuestas a Rutas y andares de un pajuso

  1. yesika dijo:

    No te equivocas ni un poquito en nada de lo que dices y las locaciones son bien exactas. Espero que profundices mas en el próximo

  2. Abraham dijo:

    Lisandra pero pk no hablas del shooter? No lo veo por todo el post. O acaso su itenerario aún no ha sido identificado, es tan volátil??

  3. Lin dijo:

    Pues mira niña que estoda para un tratado, un documental, mucho para un cartucho jeje. Tengo una amiga que dice que ella ponría una guillotina en la Plaza de la Revolución, para ir cortando, uno por uno

  4. M. B. S. dijo:

    A mi me pasó una vez en la sala Charlot, que es un cucurucho. Estaban poniendo Ninotchka, interpretada por Greta Garbo.

  5. Pingback: Rutas y andares de un pajuso « La Chiringa de Cuba

  6. el inagotable dijo:

    Ja ja ja . Esta muchachita, Lisandra Diaz Padron, se topa con algun pajizo o tirador
    en cada Rincon cada tres dias. Ja ja Ja Ja Ja Ja. y supngo que el tio le dispara a quemarropa. A tal punto le preocupa el asunto que les dedica un ensayo.

    Cualquier malpensado diria que ella los anda persiguiendo a ellos. ?No sera, la joven cubana una mirona o vouyerista? Ja Ja

  7. Carlos dijo:

    Buenas Lisandra,no me había detenido a leer a los blogueros,y acabado de leer este articulo y,sinceramente he tenido referencia de estos »disparadores» por comentarios de mujeres o de hombres. Te detuvistes a realizar tu comentarios sobre ellos,porque creo que las universitarias son las que han sufrido más ese espectáculo debido a la posición donde ellos se ubican y el lugar donde estan ubicadas las facultades. Verdad que buscan lugares estrategicos,saludos

  8. GREGORIO dijo:

    Rutas y andares de un pajuso
    Es sorprendete las historia que leemos en estos blogs.
    En la epoca que yo estudie estas costumbres solo se encontraban en Mazorra, pues existian burdeles en zonas definidas, donde estos incapaces de enamorar a una dama, podian satisfacer sue humanos instinto, por verdaderos angeles para cualquier sociedad.
    Las Trabajadoras del Sexo, que donde no les esta prohibida su ejercicios son mas seguras, y felices las sociedades.

  9. Alan Brito dijo:

    Te falto el puente de la novia del mediodia, son franco tiradores, jjajajajajaja

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